La Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Escuinapa no necesita un análisis de su situación; necesita una cirugía de emergencia. La realidad es conocida, ingresos insuficientes, dificultades constantes para cubrir gastos operativos mínimos, pagos de nómina y energía eléctrica, y un arrastre histórico de déficit que la mantiene al borde del colapso financiero. Como se ha documentado, los ingresos diarios por cobro a usuarios apenas alcanzan para subsistir, si es que lo hacen.

​En este panorama de números rojos, la figura del Consejo Consultivo de la JUMAPAE, con frecuencia vista solo como un adorno burocrático, debe transformarse en el verdadero contrapeso técnico y ciudadano que impulse la junta hacia la rentabilidad.

De Vigilancia a Dirección Estratégica: El Mandato del Consejo

El Consejo Consultivo en cualquier organismo operador de agua en México tiene un mandato claro, el de ser el órgano de asesoría, vigilancia y validación que garantice la buena gobernanza. Su importancia radica en alejar las decisiones clave de la inmediatez política y someterlas a una lógica empresarial y técnica.

​En Escuinapa, el Consejo debe ir más allá de solo validar actas y concentrarse en cuatro pilares cruciales para la transformación de la JUMAPAE:

  1. Vigilancia Financiera Rigurosa: Su función primaria debe ser revisar con lupa los presupuestos de ingresos y egresos. No solo aprobarlos, sino cuestionar el gasto excesivo y exigir auditorías recurrentes (como las que ya han detectado desfalcos e irregularidades en el pasado). Debe asegurar que cada peso recaudado se utilice para la operación y no para gastos suntuarios.
  2. Transparencia en la Tarifa: Ante la insolvencia de la paramunicipal, la discusión sobre tarifas es inevitable. El Consejo, integrado por voces de la sociedad civil, es quien debe analizar y legitimar cualquier ajuste tarifario. Esto elimina la carga política para la administración y garantiza que la nueva tarifa, aunque impopular, sea técnica y financieramente necesaria para alcanzar la sostenibilidad.
  3. Combate a la Ineficiencia: La falta de ingreso se debe al bajo pago de usuarios, sí, pero también (así se ve) a las fugas y a la ineficiencia operativa. El Consejo debe exigir e impulsar un Plan de Cobranza y Modernización de infraestructura, utilizando su peso para gestionar apoyos federales o estatales que permitan a la JUMAPAE dejar de tirar el agua y maximizar su recaudación.
  4. Despolitización de la Gestión: Si la JUMAPAE continúa operando con una visión de dependencia gubernamental y malas prácticas administrativas, jamás será redituable. El Consejo debe asegurar que la gerencia y las áreas clave sean ocupadas por perfiles técnicos que sepan administrar una empresa de servicios, no una oficina de gobierno.
La Única Vía para la Rentabilidad

​El problema financiero de la JUMAPAE, con la necesidad de subsidios y apoyos extraordinarios incluso para pagar nóminas y aguinaldos, es un círculo vicioso de mal servicio-mal pago.

La única forma de romperlo es forzando a la JUMAPAE a operar como una empresa de servicios públicos. Y el único organismo que puede imponer esa visión es un Consejo Consultivo fuerte, autónomo y con un compromiso real. Si sus integrantes se limitan a ser comparsa de la administración en turno, la JUMAPAE seguirá siendo una carga fiscal para Escuinapa y un dolor de cabeza para sus usuarios.

​Es momento de que la sociedad civil organizada y la ciudadanía exijan la activación real y la profesionalización de este Consejo. De su liderazgo y su rigor depende si la JUMAPAE finalmente puede componer su accionar y convertirse en una entidad autosuficiente y eficiente, garantizando el derecho humano al agua para todos los escuinapenses.

¿Está el Consejo Consultivo de la JUMAPAE listo para asumir su rol histórico o seguirá siendo un invitado de piedra en la crisis del agua en Escuinapa?

Todo es a Título Personal…

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